COLUMNA OPINIÓN Innovar: llevar lo que hacemos al siguiente nivel Dra. Sandra Alcina Académica de Ingeniería Comercial Universidad Autónoma de Chile

Todos nuestros lectores han escuchado de empresas como Tesla Motors con tecnología revolucionaría en motores eléctricos, Google revolucionó la búsqueda rápida y acceso a la información, Netflix innovó en el consumo de películas y series en todo el mundo, Airbnb cambió la forma en la búsqueda de hospedajes y Spotify en la forma que se escucha música accediendo a millones de canciones.

Así como estas, también existen otras empresas en campos tan diversos como la salud, la alimentación, la energía y el transporte. Pero solemos pensar que innovar es llevar a cabo la creación de algo completamente nuevo, y debo decir que esto es un error.

La palabra «innovar» es un verbo que se refiere a la acción de introducir novedades o cambios en algo existente, ya sea en un producto, proceso, idea o sistemas. Por lo tanto, innovar implica la capacidad de crear algo nuevo y diferente que puede ser útil para resolver un problema o satisfacer una necesidad de una manera más eficiente o efectiva.

Desde un punto de vista histórico, no es un secreto que las empresas suelen subestimar el tiempo y recursos necesarios para gestionar la innovación, ya que esta acción significa tomar riesgos. Pero la ausencia de un proceso estructurado y efectivo para el desarrollo de nuevas ideas implica: dedicar tiempo, recursos para investigar y probar soluciones.

Lo anterior no es un costo que sea fácil de asumir para todas las organizaciones, sin embargo, en 2023 una organización que no cuente con al menos un bosquejo de un proceso de innovación, involucra una deficiencia en su estrategia que luego será mucho más difícil de alinear con los objetivos a largo plazo.

Podemos realizar una medición en torno a esta temática como:

– Gastos en investigación y desarrollo (I+D), como un indicador utilizado para medir la inversión en innovación de una empresa o país.

– Las patentes, que representan el resultado tangible de un proceso de innovación; Nuevos productos y servicios para satisfacer las necesidades del mercado.

– Incremento en la productividad, mejorándola a través de nuevas tecnologías o procesos.

– Colaboraciones y alianzas, ya que tienen acceso a nuevas ideas, conocimientos y recursos.

– Satisfacción del cliente, lo que puede aumentar las ventas, la lealtad del cliente y las ganancias de la empresa.

– Y por último la analítica de datos, para mejorar la toma de decisiones de la empresa.

¿Innovar es como navegar en lo desconocido?

Debemos estar preparado para hacer ajustes en el curso. Es importante tener una cultura empresarial que fomente la creatividad, el aprendizaje y la experimentación.

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