La reciente explosión registrada en una vivienda del sector Fundo El Carmen, en Temuco, que dejó una persona fallecida y severos daños materiales, ha reactivado el debate sobre la seguridad en el hogar y la urgente prevención de los riesgos del gas domiciliario.

Este hecho trágico pone en evidencia la necesidad de adoptar medidas concretas para proteger a las familias frente a un peligro latente en miles de viviendas del país.

Llamado a la acción ciudadana frente a los riesgos del gas domiciliario

Ante este lamentable suceso, el Dr. Juan Ignacio Oyarzo, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco, realizó un enfático llamado a la ciudadanía a asumir un rol activo y consciente en la prevención de accidentes relacionados con el uso de gas en el hogar.

“La mayoría de estas tragedias pueden evitarse si se realizan inspecciones periódicas, se detectan a tiempo fugas de gas o fallas eléctricas, y si las familias cuentan con conocimientos básicos sobre cómo actuar ante una emergencia”, recalcó el especialista.

El Dr. Oyarzo subrayó que estas situaciones no son accidentes inevitables, sino consecuencias de una falta de cultura preventiva, tanto a nivel individual como colectivo.

Seguridad doméstica: una responsabilidad compartida

El académico enfatizó que la seguridad en los hogares no debe ser vista exclusivamente como una tarea individual. Según su visión, el Estado, las instituciones educativas, las municipalidades y la propia ciudadanía deben comprometerse activamente en la prevención de accidentes por gas domiciliario.

“El país debe avanzar hacia una cultura de la prevención, donde la educación en riesgos domésticos comience desde la infancia, se incorpore en las rutinas cotidianas y se refleje incluso en la planificación urbana y habitacional”, indicó el experto.

Medidas clave para prevenir explosiones por gas domiciliario

Desde una perspectiva técnica, el Dr. Oyarzo entregó una serie de recomendaciones esenciales que podrían evitar tragedias como la ocurrida en Temuco:

  • Mantenciones periódicas: Realizar inspecciones anuales de las instalaciones de gas por técnicos certificados.
  • Tecnología preventiva: Instalar alarmas de detección de gas en cocinas, baños y espacios cerrados.
  • Capacitación familiar: Enseñar a todos los integrantes del hogar cómo cerrar la llave de paso, reconocer señales de fuga y reaccionar rápidamente.
  • En caso de fuga: Si se detecta olor a gas, no encender luces ni dispositivos eléctricos, ventilar el lugar, evacuar con calma y hacer el llamado de emergencia una vez fuera del domicilio. Las entidades a contactar son Bomberos o Carabineros, ya que una llamada desde dentro podría provocar una chispa y una eventual explosión.

Estas medidas no solo son accesibles, sino también decisivas para salvar vidas.

Infraestructura, urbanismo y cultura preventiva

Más allá de la contingencia, el académico llamó a reflexionar sobre el contexto estructural: el crecimiento urbano acelerado, sumado a la antigüedad de muchas instalaciones habitacionales, aumenta significativamente los riesgos del gas domiciliario.

Por ello, urge integrar criterios de seguridad preventiva en políticas públicas, programas habitacionales y proyectos de urbanización. Asimismo, es fundamental que las instituciones educativas incluyan contenidos sobre seguridad del hogar y manejo del gas en sus planes formativos.

Transformar el conocimiento en acción

Finalmente, el Dr. Oyarzo recalcó que no basta con saber qué hacer: es necesario actuar, practicar y compartir este conocimiento dentro de las comunidades.

“La prevención se vuelve efectiva solo cuando se convierte en hábito. Detectar una fuga de gas a tiempo o saber cerrar la llave puede marcar la diferencia entre una anécdota y una tragedia”, concluyó.

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