Mg. Marco Antonio Vásquez Ulloa
Ingeniero Comercial-Contador Público y Auditor
Académico Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales
Universidad de La FronteraSocio BELAT – Asesores y Consultores SpA
Hace algunas semanas tuve la posibilidad de participar en el Taller Introductorio de Herramientas Esenciales para el Diálogo, dictado por el Centro Nansen para la paz y el diálogo, de Noruega. De este interesante taller me surgieron algunas reflexiones que, como habitantes de la Araucanía, creo que es importante compartirlas con Uds.
En un mundo que gira a gran velocidad, el Centro Nansen nos llama a destinar tiempo para el diálogo. Nos indica que es importante darnos el tiempo para escucharnos, saber de nuestras historias y lograr empatizar con el otro. Nos indican que al escuchar al otro se logra empatizar. Esto es la base para dar inicio a buenos procesos de diálogos.
En mi rol de habitante de La Araucanía les mencioné que encontraba extraño que “alguien de afuera” tuviera que venir a indicarme como dialogar en nuestra Región”. Les puse el ejemplo de un hogar, indicándoles que las familias no recurren a externos para que les soluciones los problemas de comunicación en la familia. Son ellos quienes, en la medida de sus posibilidades, tratan de resolver los problemas.
Pasadas las horas de desarrollo del curso me di cuenta lo equivocado que estaba. El Centro Nansen para la paz y el diálogo solo deseaba entregarme herramientas para poder enfrentar los procesos de diálogo, empatizando con el otro, dándome el tiempo de escuchar y saber de cada una de las historias que nos acompañan, con el fin de poder construir un futuro compartido.
Bertrand Russell filósofo y ganador del Premio Nobel de Literatura nos comenta que “cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo, esposa o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria”. Entonces es necesario a nivel familiar, laboral y social generar espacios de escucha que nos permitan dialogar y que prime la razón por sobre la autoridad.
Es importante construir espacios seguros para generar conversaciones que nos permitan empatizar con el otro. La escucha nos permitirá empatizar y buscar cuales son nuestros lugares comunes. Desde esos lugares comunes, en un espacio seguro, es donde daremos inicio a la construcción de un futuro compartido.
Les invito a entrenar nuestro nivel de escucha activa. Para esto debes mostrar que eres una o un buen oyente. Debes estar consciente de los diferentes componentes que hay en un mensaje. Escucha a diferentes niveles. Por atención en los hechos, en los sentimientos y necesidades. Ejercita tu escucha.
Nuestra región requiere de diálogos que cambien la realidad y construyan un futuro compartido. ¿Te atreves?