Autoridades, especialistas, académicos y organizaciones sociales se reunieron en Temuco para destacar la importancia de la detección precoz del cáncer de mama y fortalecer la colaboración entre municipios, comunidad y sector salud en la prevención.
En el marco del mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, Temuco fue escenario de un conversatorio que reunió a autoridades municipales, especialistas en salud, académicos y representantes de la sociedad civil en torno a una causa urgente: visibilizar la importancia de la detección precoz y fortalecer las redes de apoyo frente a esta enfermedad, que solo en 2023 cobró la vida de 2.263 mujeres en Chile.
La actividad fue organizada por el Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (Cecan) y el Departamento de Salud de la Municipalidad de Temuco, con la colaboración de la Universidad Autónoma de Chile. El encuentro se estructuró en dos paneles que abordaron, desde distintas miradas, los desafíos y avances en torno a la detección y tratamiento del cáncer de mama.
El rol de los municipios en la prevención
El primer panel estuvo liderado por José Miguel Mella, director del Departamento de Salud Municipal, quien subrayó la relevancia del trabajo territorial en la prevención.
“Nos propusimos una meta ambiciosa: realizar 26 mil testeos preventivos en dos años. Al principio, los números no eran alentadores, las listas de espera estaban desactualizadas. Hoy, con el programa Aló Red, estamos llamando directamente a las mujeres en riesgo. Les pedimos que contesten el teléfono: es el programa más exitoso que tenemos”, indicó Mella.
Este esfuerzo refleja la importancia de la innovación local en salud pública, donde las municipalidades cumplen un papel clave al acercar la prevención a la población y derribar barreras de acceso.
Testimonios y voces expertas
El segundo panel convocó a especialistas y representantes de la sociedad civil, generando una conversación profunda sobre participación ciudadana, salud mental y rehabilitación. Entre los participantes estuvieron Juan Carlos Araya, patólogo investigador de la Universidad de La Frontera; Ana María Donoso, cirujana de mamas del Hospital de Villarrica; Carolina Goic, directora ejecutiva de Cecan; y Karina Ramos, integrante de la agrupación Fortalesenos Araucanía.
Goic enfatizó la urgencia de diagnosticar a tiempo:
“El desafío de diagnosticar a tiempo tiene solución: más del 90% de las mujeres que acceden a tratamiento oportuno logran salir adelante. El problema es que muchas veces llegamos tarde, por miedo, desconocimiento, barreras geográficas o falta de recursos. Aunque hemos avanzado, el cáncer de mama sigue dejando muchos dolores. Cada día mueren seis mujeres y se diagnostican 15”.
Desde la academia, Jaime Ubilla, vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Chile, reforzó el compromiso institucional: “Esto tiene que ver con tomar conciencia, conocer las enfermedades y anticiparnos. Para nosotros, como universidad, es fundamental estar abiertos a los requerimientos que plantea la salud y la población”.
Comunidad y redes de apoyo
La dimensión emocional y social también ocupó un lugar central. La cirujana Ana María Donoso subrayó que “el acceso al apoyo psicológico es complejo, por la sobrecarga del sistema. Por eso, nos hemos asociado con otras profesionales para ofrecer acompañamiento desde la terapia, pero también desde el apoyo mutuo, talleres de manualidades y actividad física. Lo que hemos logrado es formar una comunidad de mujeres que se apoyan entre sí, mejoran sus posibilidades de rehabilitación y sensibilizan al resto de la población”.
Un ejemplo inspirador es la agrupación Fortalesenos Araucanía, compuesta por más de 20 mujeres que han enfrentado el cáncer de mama y utilizan el remo como terapia física para prevenir el linfedema, una secuela frecuente tras el tratamiento. “Fui diagnosticada en 2023 y descubrir Fortalesenos fue un acierto. El remo previene el linfedema, que es una inflamación molesta en el brazo. Además, nos permite compartir, sanar y visibilizar”, relató Karina Ramos, con emoción.
El conversatorio dejó en evidencia que la lucha contra el cáncer de mama no solo se libra en los centros de salud, sino también en las comunidades, en los municipios, en las universidades y en cada mujer que decide enfrentar el miedo con información, apoyo y acción.
Detectar a tiempo puede salvar vidas. Construir redes, acompañar y sensibilizar puede transformar realidades.