Pese a una campaña centrada en seguridad y justicia, Jorge Luchsinger Mackay obtuvo solo el 2,81% de los votos y quedó fuera de los cinco escaños en disputa, en una elección marcada por liderazgos consolidados dentro del sector.


La elección senatorial en la Circunscripción 11 de La Araucanía dejó uno de sus resultados más llamativos con la derrota de Jorge Luchsinger Mackay, quien no logró asegurar un escaño en la Cámara Alta pese a su alta visibilidad pública y su campaña enfocada en seguridad y reforma judicial. Con el 100% de las mesas escrutadas, el candidato obtuvo apenas 18.368 votos, lo que corresponde al 2,81% de los sufragios válidamente emitidos, quedando muy lejos de las primeras mayorías del pacto Chile Grande y Unido.

El pacto, que en total sumó 178.707 votos (27,32%), solo logró elegir a un senador: el exalcalde de Temuco y exdiputado RN Miguel Becker, quien se transformó en la primera mayoría interna del sector con 48.491 votos (7,41%). Esto dejó sin opciones a Luchsinger Mackay, cuya candidatura no logró competir con figuras más consolidadas ni captar un respaldo suficiente dentro del electorado de derecha.


Una elección dominada por Carter, Kaiser y el retorno de Huenchumilla

La contienda estuvo fuertemente marcada por la irrupción de nuevos liderazgos y el regreso de figuras históricas. Rodolfo Carter (IND–Republicanos) se convirtió en la mayor votación de toda la circunscripción con 94.647 sufragios (14,47%), consolidando un arrastre contundente dentro de su sector.

En segundo lugar se ubicó Vanessa Kaiser (PNL) con 58.195 votos (8,90%), reafirmando el crecimiento de su fuerza política. En la vereda de la centroizquierda, el democratacristiano Francisco Huenchumilla retornó al Senado con comodidad tras sumar 56.194 votos (8,59%), mientras Ricardo Celis (IND–PPD) también aseguró un cupo al obtener 40.197 votos (6,15%).

El último escaño quedó en manos de Miguel Becker Alvear (RN), completando los cinco elegidos del proceso. En este escenario, el desempeño de Luchsinger Mackay quedó opacado por nombres que lograron instalar agendas más amplias y conectadas con el electorado regional.


Un discurso centrado en seguridad que no logró traducirse en apoyo suficiente

Con 60 años, casado y padre de tres hijos, Luchsinger Mackay enfrentó su campaña marcado por la historia familiar que lo convirtió en una figura pública: el asesinato de sus padres en 2013, un caso emblemático en el debate de la seguridad rural. Su mensaje se centró en “restablecer la paz en La Araucanía” y en fortalecer el funcionamiento del sistema de justicia, una agenda que buscó capitalizar el voto del sector más preocupado por la violencia en la región.

Sin embargo, los resultados reflejan que el electorado priorizó opciones con mayor arrastre mediático y político, como Carter y Kaiser. Tampoco logró competir con liderazgos tradicionales como Huenchumilla, quien mantiene un respaldo histórico en la zona.


Un reordenamiento interno en la derecha regional

La elección cerró con 654.015 votos válidamente emitidos y una participación total de 778.034 sufragios, en un proceso donde los votos nulos y blancos alcanzaron el 15,94%, una cifra alta en la región. La derrota de Luchsinger Mackay evidencia un reacomodo dentro de la derecha regional, donde los liderazgos emergentes y los rostros con mayor exposición lograron captar las preferencias del electorado.

El caso de Luchsinger Mackay deja una señal clara: la presencia mediática o el simbolismo personal no bastan para asegurar un triunfo en una región políticamente compleja, donde la competencia interna del sector es cada vez más intensa.

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