Chile enfrenta una escalada alarmante de abusos sexuales contra menores, mientras fallas del sistema dejan a miles de niños desprotegidos. La senadora Aravena emplaza al Estado y a las familias a actuar con urgencia ante riesgos que hoy se multiplican en entornos digitales.
Recientemente, diversas organizaciones y especialistas han vuelto a encender las alarmas por el sostenido aumento del abuso sexual infantil en Chile, una problemática que afecta a miles de niños, niñas y adolescentes y que sigue expandiéndose como una emergencia silenciosa. A nivel internacional, se estima que 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 7 hombres sufrió abuso sexual antes de los 18 años, una realidad que supera los 370 millones de víctimas.
En Chile, el panorama es igualmente grave. Entre 2018 y 2024 se registraron más de 114.000 causas por abuso sexual infantil, lo que representa un aumento del 186% en los últimos años. Solo en 2023 se reportaron 40.361 denuncias por delitos sexuales contra menores, y estudios recientes revelan que el 26% de la niñez chilena ha sufrido algún tipo de violencia sexual.
Aumento crítico de denuncias y fallas en el sistema de protección
Especialistas señalan que este incremento no solo responde a una mayor capacidad de denuncia, sino también a fallas persistentes en los sistemas de protección, brechas de desigualdad, inestabilidad familiar y un ecosistema digital que ha multiplicado los riesgos, especialmente a través del grooming y el contacto con adultos desconocidos en redes sociales.
Consultada para esta nota, la senadora por La Araucanía, Carmen Gloria Aravena, integrante de la Comisión de Infancia del Senado, fue categórica al abordar la gravedad del fenómeno. “Este aumento no solo refleja más denuncias, sino un sistema que continúa llegando tarde. No podemos seguir permitiendo estos errores. Cuando un niño sufre abuso, es toda la sociedad la que fracasa”, declaró.
Grooming y riesgos digitales: una amenaza creciente
Desde su rol en la Comisión de Infancia, Aravena subrayó que la realidad digital ha elevado significativamente los riesgos. “Hoy los depredadores no solo están en el entorno físico; están en el celular, en el computador, en redes sociales. El grooming es una amenaza real y cotidiana. Debemos insistir con urgencia en educación digital y control parental. Si los adultos no comprenden estos riesgos, dejamos a nuestros niños completamente expuestos”, advirtió.
La senadora también recalcó que la protección de la niñez no puede recaer únicamente en el Estado: “Las familias, las escuelas y la comunidad deben convertirse en la primera línea de protección. Pero para eso necesitan herramientas concretas. Es urgente educar a padres y cuidadores en el uso seguro de plataformas digitales, en el reconocimiento de señales de alerta y en cómo acompañar adecuadamente a los menores”, añadió.
Chile necesita una política integral y sostenida para la niñez
Expertos y autoridades coinciden en que Chile necesita una política integral, sostenida y con financiamiento permanente para combatir eficazmente la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes. Entre las prioridades destacan fortalecer los mecanismos de prevención escolar y comunitaria; perfeccionar la implementación territorial de la Ley de Garantías de la Niñez; ampliar los programas de formación para docentes, padres y cuidadores; instalar estrategias de educación digital desde la primera infancia; y reforzar las capacidades de detección temprana y acompañamiento a víctimas.
La senadora Aravena, desde la Comisión de Infancia, insistió en que Chile debe actuar con decisión y sin dilaciones. “La protección de la niñez es un deber ético ineludible. Cuando el sistema no responde a tiempo, se afectan derechos esenciales. Chile debe reaccionar ahora, no cuando las cifras sean aún más devastadoras”, concluyó.
