Alexis Pineda Ruiz

Alcalde de Loncoche

Sin lugar a dudas, que una Estrategia Regional de Desarrollo requiere la mancomunión entre el Gobierno Regional y las Municipalidades. Por ello, debemos enarbolar en conjunto la bandera de la descentralización. Y esto debido a que no más del 14% de los recursos que se invierten en la región se deciden en la región, y en el caso de la Araucanía, la cifra incluso es menor, llegando a no más de un 10%.

Debemos avanzar en procesos de gobernanza que nos permita decidir en la región cuales son los proyectos que queremos implementar y que contemos con recursos para ello. Debemos entonces, en conjunto, gobierno regional, municipios, academia y empresa privada, analizar una nueva Ley de Rentas regionales y comunales para proponerla y promoverla al nivel central, para que de esa manera haya un grado progresivo de descentralización fiscal que permita mayor desarrollo económico en la región y que genere más herramientas de competitividad y, por cierto, que esto nos permita generar mayor empleo.

O por qué no pensar en proponer desde La Araucanía al nivel central un Ministerio de Descentralización y Equidad Territorial, que permita crear una institucionalidad a cargo del proceso de descentralización más ambicioso en la historia de Chile, que entienda que es el territorio en dónde se encuentra la política pública con el ciudadano y, en consecuencia, terminar con el afán centralista de exportar la realidad de la Región Metropolitana al resto del territorio del país.

Como sabemos, nuestra región carece de una Estrategia Regional de Desarrollo. De hecho, hace unos dos años atrás se comenzó un proceso participativo en gran parte de las comunas de La Araucanía, que permitió obtener datos para una estrategia, pero esta no se alcanzó a concretar. Y hoy, más que nunca, con los índices de crecimiento económico del país, se hace cada vez más necesario que tengamos un horizonte compartido, para el cual debemos recorrer un sendero común.

Estoy convencido de que podemos desarrollar nuestra región a partir de su riqueza, esto es, a través de su interculturalidad, nuestra ubicación geográfica, naturaleza, conexión de cordillera a mar, historia compartida y nuestra gente trabajadora y emprendedora que ha demostrado poder ganarle a la adversidad, elementos que nos permiten centrar nuestro desarrollo en el turismo, en la agricultura, las actividades silvoagropecuarias y los servicios, lo que debe ir acompañado de una cultura de valor agregado y especialización.

Sumado a ello, tenemos que pensar en un plan de infraestructura habilitante que nos permita tener una posición relevante y estratégica en materia de logística para el transporte de las distintas mercaderías por todo Chile.

Ahora bien, para ello debemos entender varias cosas que son importantes. La primera es qué como estados subnacionales, tanto el gobierno regional y los municipios, tenemos la imperiosa obligación de hacer una propuesta en materia de infraestructura a través de convenios de programación con las distintas sectorialidades, pero no sólo para la construcción de escuelas, hospitales y caminos, sino que también para habilitar un puerto en las costas de esta región. Toltén sería un lugar maravilloso.

Además, es imperioso jugársela para tener dos Parques Industriales, uno en Malleco y uno en Cautín; un puerto seco en la ciudad de Victoria o cerca de Victoria, y en virtud de ello transformarnos en un verdadero corredor bioceánico para que Argentina pueda sacar su producción a través de La Araucanía para las aguas del Pacífico y así llegar a los mercados asiáticos, permitiéndonos además, como Región, contar con una salida directa al mar de nuestros productos, aumentando con ello nuestra competitividad.

Ese sería un cambio trascendental de nuestra matriz productiva, y eso a la vez va a generar también mayor empleo, aumentando las oportunidades de que los habitantes de La Araucanía vayan de manera paulatina abandonando la pobreza, generando más igualdad y así no sean carnadas para el crimen organizado.

De la mano de ello, también debemos generar las condiciones para tener convenios de programación entre el gobierno regional y otras sectorialidades a cargo del desarrollo del capital humano y la productividad; tales como FOSIS, SERCOTEC, CORFO, la Corporación de Desarrollo y los municipios, para así poder tener emprendedores y sobre todo técnicos y profesionales de primer nivel, que nos permitan operar esta nueva infraestructura, el nuevo puerto en la costa de Toltén, el puerto seco en Victoria, operar los parques industriales y también que nos permita operar toda la inversión privada y pública que pretende que Chile y La Araucanía se transforme en productor de energía limpia, renovable y sustentable, y ello, porque hoy nuestros técnicos no están en condiciones de hacerse cargo de la instalación de estos procesos industriales para generación de energía limpia, debiendo optarse muchas veces por mano de obra extranjera. Por eso el desafío es generar infraestructura, pero de la mano de eso también generar una apuesta para enriquecer a nuestros trabajadores, generar una apuesta por invertir también en capital humano y como un desafío estructural, ya que no podemos concebir un cambio de matriz productiva sin una trasformación en materia de educación y re – capacitación.

Ahora bien, es importante señalar que en el contexto actual que nos encontramos, si no somos capaces de unirnos, de unir el mundo público y el mundo privado en aras de la construcción de una estrategia de desarrollo territorial, seguiremos sucumbiendo a los contextos sociales, políticos y económicos, y peor aún, a las consecuencias del cambio climático.

Ojo, hablo de estrategia de desarrollo y no de modelo, ya que los modelos son rígidos y cargados de ideología que no permite consensos, en cambio las estrategias son más dinámicas y permiten acuerdos sobre la base de objetivos comunes.

Lo mejor de todo es que es posible, y para ello tenemos que entender que debemos dialogar el gobierno regional con las 32 municipalidades de esta región. Además de eso, debemos incluir a la academia, a los grupos intermedios, la empresa privada, las grandes y también las pymes y mipymes.

Sin embargo, existe una cosa que no podemos dejar de lado, que es entender de que esta región para tener una estrategia de desarrollo debe asimilar que aquí no sobra nadie, y por eso es importante que podamos tener un buen trato entre todos nosotros, porque de esa forma podremos construir esa estrategia que tanto requiere La Araucanía, para que sea un buen lugar para nacer, vivir y envejecer.

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