Miles de hectáreas sin cultivar por falta de recursos y la constante amenaza de ver desparecer zonas rurales para dar paso a pueblos fantasmas, son algunas de las consecuencias que podría generar la grave crisis del sector agro industrial, cuyo diagnóstico fue parte de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados 

Camilo Guzmán, presidente de la organización Agricultores Unidos, dio a conocer su crudo análisis de la industria y el complejo futuro de un área sensible de la economía nacional que ha sido “profundamente golpeada”, dijo.

En el marco de las discusiones parlamentarias sobre legislar en torno a la incorporación de maquinaria agrícola ecosustentable, como tractores cero contaminación, el dirigente señaló que no es el momento de introducir cambios tecnológicos que si bien aportan al medio ambiente, son imposibles de pagar dada la situación económica del sector.

“Los agricultores estamos viendo cómo campos enteros se quedan sin sembrar, los comercios que vendían insumos agrícolas están cerrando, y los pequeños agricultores están asfixiados por costos elevados y falta de acceso a créditos”, expresó.

«Los bancos ya no prestan dinero, y los subsidios, que deberían apoyar a la pequeña agricultura, terminan en manos de las grandes agroindustrias. No podemos seguir así», denunció el presidente de Agricultores Unidos que -añadió- puede generar un colapso del sector.

En su discurso en la Cámara, Guzmán afirmó que “este abandono del campo no solo destruye la economía de quienes viven en el sur de Chile, sino que amenaza con convertir a nuestras zonas rurales en pueblos fantasmas, como le ocurrió a Humberstone con el fin de la era del salitre”, auguró.,

Eco sustentabilidad

Ante los planes legislativos de renovación de tractores, el líder de la agrupación sostuvo que los pequeños agricultores no cuentan con los recursos para actualizar su maquinaria a los estándares exigidos, además de enfrentar un mercado que no les da margen para competir con los grandes conglomerados.

Según expuso, “las políticas ambientales son esenciales, pero si no corregimos las distorsiones del mercado, estas medidas solo agravan la crisis”.

La complejidad de esta situación no es algo nuevo, y ya ha sido advertida en diversos estudios a lo largo de los años. Guzmán destacó que, a pesar de la evidencia presentada, las autoridades han sido incapaces de tomar medidas concretas para resolver estos problemas. Entre los estudios entregados a la comisión, se encuentran diversos informes de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) que detallan las distorsiones y dificultades que enfrenta el gremio.

 

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