Israel Campusano
Director de Seguridad Pública
Municipalidad de Temuco
Recientemente, algunos parlamentarios criticaron a la Municipalidad de Temuco por la gestión de sus recursos en seguridad, basándose en un estudio de un grupo de interés ligado al comercio que indica que el 55% de los comerciantes ha sido víctima de algún delito. Sin embargo, las cifras oficiales ofrecen una perspectiva diferente. ¿Estamos ante un caso de ignorancia o puro proselitismo?
Primero, llama la atención que estos parlamentarios parezcan ignorar un hecho básico: en Chile, la seguridad es responsabilidad del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, mientras que los municipios tienen un rol de apoyo. Culpar a las municipalidades por temas que no controlan es no solo una confusión técnica, sino un desvío del verdadero problema. ¿Por qué apuntan al lugar equivocado?
Segundo, al comparar las cifras del grupo comercial con las fuentes oficiales, se revela una contradicción. Según Carabineros, los robos a locales comerciales en la Segunda Comisaría de Temuco han disminuido un 9,6% respecto al año anterior. En el centro de la ciudad, la baja es aún mayor: un 17%. Además, la Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana (ENUSC) muestra que la victimización ha caído del 13% al 5%. Si las estadísticas indican una mejora, ¿qué delito afecta tanto al comercio?
La respuesta está en el robo hormiga o «mecheros», que afecta al comercio minorista de manera repetitiva. Este tipo de delito es enfrentado tanto por Carabineros como por los municipios, pero debido a la falta de leyes que sancionen eficazmente la reincidencia, los delincuentes son aprehendidos y liberados repetidamente. Las tiendas conocen a los infractores, los denuncian, pero las normas vigentes no permiten soluciones definitivas.
El comercio ambulante es otro ejemplo similar. A pesar de decomisar toneladas de mercadería y realizar cientos de operativos, la reincidencia sigue alta porque la venta ambulante ilegal es solo una falta. Y nuevamente, la falta de sanciones para los reincidentes permite que estas mafias sigan operando. Sin leyes más severas, los esfuerzos municipales no alcanzan para controlar la situación. Sin embargo, en lugar de legislar para corregir estos vacíos legales, algunos parlamentarios prefieren hacer ruido mediático.
La pregunta que surge es: ¿por qué estos parlamentarios no están haciendo su trabajo? Son ellos quienes deben legislar para que las autoridades locales y Carabineros puedan actuar de manera más eficiente. En vez de criticar a las municipalidades, deberían estar presentando leyes que fortalezcan el sistema judicial y sancionen los delitos menores que tanto afectan al comercio.
Esta desconexión entre las responsabilidades parlamentarias y sus declaraciones públicas lleva a cuestionar si estamos ante una evidente ignorancia o un claro intento de proselitismo. En vez de resolver los problemas de fondo, se prefiere aparecer en los medios criticando a las autoridades locales, que no son de su sector político justo en época de campaña.
La próxima vez que estos parlamentarios aparezcan en la prensa, en lugar de aceptar sus críticas sin cuestionarlas, quizás deberíamos preguntarles por qué no están legislando para cambiar las leyes que permiten que los delincuentes reincidan. Si realmente les interesa la seguridad, deberían estar trabajando en ello, no buscando atención mediática con críticas falaces.
Al final, la pregunta sigue siendo: ¿es ignorancia o simple proselitismo de quienes prefieren el espectáculo mediático en lugar de cumplir con su verdadero trabajo legislativo?