En su nuevo informe mensual, el Observatorio Laboral de La Araucanía se destaca que la tasa de desocupación regional se sitúa en un 11,2%, superior al promedio nacional del 8,9%, lo que indica una mayor presión en el mercado laboral de La Araucanía. Este trimestre presenta la tasa de desocupación regional más alta de los últimos tres años.

Durante 2024, la región de La Araucanía ha enfrentado un escenario laboral adverso, reflejado no solo en el aumento de la desocupación, sino también en el estancamiento del crecimiento de la tasa de ocupación.

La tasa de participación laboral se sitúa en un 55,6%, mientras que la tasa de ocupación es del 49,3%, ambas cifras por debajo del promedio nacional, lo que subraya una menor actividad laboral en la región. Esto refleja un entorno económico con menos oportunidades laborales y dificultades para integrar a la población en el mercado formal.

Asimismo, se hace hincapié en que por primera vez desde 2021, la región ha experimentado un decrecimiento anual en el número de personas ocupadas, lo que indica un agravamiento en la capacidad de generación de empleo, particularmente en empleos formales, lo que se asocia al crecimiento de la informalidad laboral (con empleos de mayor volatilidad).

Al respecto, Camilo Rosas Flores, director del Observatorio Laboral de La Araucanía de la UFRO y la Subsecretaría del Trabajo, señaló: “El mercado laboral regional sigue mostrando signos de menor dinamismo en la creación de empleos. A lo anterior, se suma que la matriz productiva de la región está compuesta predominantemente por micro y pequeñas empresas (Mypes), las cuales enfrentan limitaciones estructurales para generar empleo a gran escala. Esto nos presenta el desafío de diversificar la economía y fortalecer sectores estratégicos capaces de crear empleo en distintos territorios de la región, especialmente en empleo formal”.

Mientras tanto, la tasa de informalidad se sitúa en un 38,1%, +2,6 puntos porcentuales por encima de 2023, lo que refleja un aumento en el número de personas trabajadoras informales. En términos anuales, las personas en ocupaciones informales crecieron un +6,6%, mientras que las y los trabajadores formales cayeron un -4,7%. Este cambio es relevante, ya que en meses anteriores ambos grupos mostraban crecimiento, lo que da cuenta que las variaciones del empleo se asocian mayormente a creación de puestos de trabajo informal y alta presión laboral para los puestos formales (alto desempleo y menor ocupación).

Sobre esto, la Seremi del Trabajo y Previsión Social, Claudia Tapia de la Peña reiteró “Durante mucho tiempo venimos sosteniendo que lo que necesita la región es aumento de la inversión privada para que se puedan materializar y generar puestos de trabajo de manera más contundente, esto porque la presión que existe por ingresar al mundo laboral es mayor por parte de la ciudadanía, por otro lado, algo que también hemos señalado, es que en muchas comunas de la región es la inversión pública la que genera empleos, por lo que tener carteras de proyectos elegibles por parte de las municipalidades se hace imprescindible. En ambos casos, de inversión pública o privada, como Gobierno hemos estado trabajando en agilizar la tramitación asociada a la materialización de los proyectos, con el fin de aportar de este modo a la concreción de la inversión, también hemos aportado disminuyendo significativamente los índices de violencia rural, para habilitar condiciones de entorno que permitan la inversión, o también a través de la difusión de instrumentos que existen y que deben usarse por parte de las empresas como el subsidio experiencia mayor, para fomentar la contratación de personas mayores de 50 años o el subsidio aprendiz para contratar jóvenes, finalmente en materia de informalidad, recordar que este problema es estructural en nuestra región y se debe combatir de un modo coordinado entre públicos, privados, universidades, actores sociales, entre otros, para esto, el propio Delegado Presidencial Regional Jose Montalva Feurhake,  insumado por la mesa de informalidad que estamos trabajando ha solicitado que el Consejo Superior Laboral pueda sesionar desde la región, con el fin de abordar esta problemática con medidas robustas que reviertan estos cifras que nos tienen como la primera región en informalidad del país, necesitamos más capacitación, más difusión y por supuesto más fiscalización.”

El informe del Termómetro Laboral indicó también que, durante este último trimestre, los sectores de Comercio y Construcción, que representan el 29% del empleo regional mostraron alzas anuales del +12,6% y +4,0% respectivamente, lo que es consistente con el comportamiento sectorial a nivel nacional (Imacec). Lo anterior, sugiere que estos sectores pudieran tener un impacto futuro favorable en la generación de empleo, impulsando la ocupación regional.

Sin embargo, estas alzas fueron contrarrestadas por las variaciones negativas de los sectores Educación (-15,6%) y Silvoagropecuario (-9,7%). El caso del sector Educación es especialmente preocupante, ya que registra su séptima caída consecutiva en términos anuales, lo que indica un proceso de desvinculación ocurrido a fines de 2023, sin una posterior recontratación en 2024.  Por otro lado, el sector Silvoagropecuario sigue enfrentando desafíos desde la pandemia, influenciado por factores como el aumento de la mecanización, menores niveles de producción, condiciones climáticas adversas, una mayor competencia en las exportaciones y temporadas de cosecha más cortas, entre otros.

Estos vaivenes del mercado laboral y de la economía regional se condicen con el sostenimiento de la alta presión laboral durante el 2024, siendo un fenómeno que el Observatorio Laboral Araucanía ha monitoreado durante el transcurso del presente año y que se ha acrecentado en los últimos trimestres móviles, donde tradicionalmente el mercado laboral regional ve retrocesos en su empleabilidad asociados a la época invernal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You cannot copy content of this page