A 73 AÑOS DE LA HAZAÑA AUN NO SUPERADA: ALBERTO LARRAGUIBEL, HIJO PREDILECTO DE ANGOL
El reconocido profesor e historiador angolino, Sergio Martínez Vigueras premio Municipal de Arte- 2015- recuerda en forma exclusiva para El Espejo de Malleco los homenajes de su ciudad natal tras los 73 años de la gran hazaña deportiva.
Se cumplen ya 73 años del imbatible récord de salto alto con 2, 47 metros de altura cuya historia tuvo como protagonistas al binomio conformado por el capitán Alberto Larraguibel y el caballo “Huaso”, pero además recordaremos como recibió su ciudad natal al récord mundial, quien desde ese momento se transformó en su hijo predilecto.
Don Alberto Larraguibel Morales, nació en Angol un 30 de mayo de 1919, realizó sus estudios de preparatoria y humanidades en el Liceo de Angol. En 1938 ingresó a la Escuela Militar del Libertador Bernardo O’Higgins y dos años más tarde egresó con el grado de Alférez del arma de Caballería, siendo destinado al Regimiento Húsares de Angol, destacando en los concursos de equitación y llegó a ser parte del equipo ecuestre del regimiento. Obtuvo grandes resultados que lo llevaron a que fuera nombrado en 1946 alumno del curso Extraordinario de Equitación en la Escuela de Caballería de Quillota.
El 16 de enero de 1947 se tituló como Maestro de equitación, representando a Chile en múltiples competencias nacionales e internacionales. Ese año recibió el caballo «Faithful», rebautizándolo como «Huaso». Este caballo venía de los hipódromos y no había tenido buenos resultados; sin embargo, Larraguibel lo entrenó en salto de altura, logrando importantes concursos a nivel sudamericano y el máximo logro que fue batir el récord mundial de salto alto a caballo, el 5 de febrero de 1949 en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar logrando superar los 2,47 metros de altura a las 17:59 horas. Con esta marca, batió el récord anterior de 2,44 metros. Asistieron cinco mil personas, entre ellas el Presidente Gabriel González Videla. En su primera tentativa, el caballo rehusó el obstáculo, penalizando dos faltas; en la segunda derribó el salto, con dos faltas más; pero en la tercera saltó limpiamente logrando el récord mundial.
En todos el país el acontecimiento fue recibido con júbilo extraordinario, en Angol inmediatamente se vivieron escenas de algarabía, la gente se reunió en la plaza de Armas, y las autoridades se comprometieron a traer al Capitán Larraguibel para recibir el homenaje de su ciudad natal.
Fue así como tras arduos preparativos y gestiones el día domingo 13 de marzo de 1949 era recibido en la Estación por autoridades civiles, militares, huasos montados con especial brío, niños y jóvenes a caballo, estudiantes, el grupo de Exploradores Boy Scout y Girl Guides. Larraguibel venía acompañado del General en Jefe del Ejército Ramón Cañas Montalba, y junto a la multitud comenzaron la marcha en improvisado desfile encabezado por la Banda del Regimiento Húsares y cerrado en retaguardia por la Banda del Regimiento de Artillería Miraflores de Traiguén,(la madre de Larraguibel, Filomena Morales era traiguenina) en el trayecto desde la Estación a la Plaza de Armas, el tramo además había sido engalanado con Arcos de Flores elaborados por Bomberos, Carabineros, Municipio y Dirección de Caminos. La apoteósica marcha se vio hermoseada en todo momento por estudiantes de todas las edades y Colegios, Escuela Normal y Liceos que se apostaban a ambos lados de la calzada, lanzando flores al Capitán Larraguibel.
A su llegada a la Plaza, las autoridades locales encabezadas por el alcalde Juan Alfonso Seguel le aguardaban en lo alto del Odeón. Inicio el acto con la Canción de Yungay. A continuación se le hizo entrega de una medalla de oro que había sido confeccionada con recursos de vecinos, municipio y el Regimiento Húsares. Luego del Himno Nacional el capitán Larraguibel dio un discurso. Posteriormente se realizó un almuerzo en dependencias del casino del Regimiento.
Por la tarde también fue objeto de homenaje en dependencias del Club de Tenis, y finalmente por la noche se continuó con una fiesta en el Club Social.
Al día siguiente la comitiva fue conducida al fundo Ñipaco, cuyo anfitrión José Olegario Cortes ofreció un almuerzo, oportunidad también para que don Luis Cortes Allende obsequio un caballo al Sr. Larraguibel.
Son los recuerdos de un momento que quedo para siempre en el corazón de Alberto Larraguibel, quien desde entonces se convirtió en el hijo predilecto de Angol. Algunos años después tuvo la dicha de volver investido como Comandante del Regimiento Húsares entre los años 1963 y 1966.
Además el día 7 de diciembre de 1987 en un nuevo Aniversario de la última fundación de la ciudad fue nombrado Hijo Ilustre.
Falleció en Santiago el 12 de abril de 1995.