Nicolás Vilela,

CEO de ZTZ.

 

Es una de las tendencias tecnológicas más relevantes del momento y su alcance llega a muchos sectores de la economía, entre ellos, el emprendimiento. La Inteligencia Artificial, sus posibilidades de automatización y sus modelos de aprendizaje automático, están cada vez más cerca de las empresas con proyección de crecimiento, especialmente, de las startups.

Hace un tiempo estuve por España, en un recorrido por el ecosistema local, y pude ver cómo muchos observan esta solución como un aliado y como una realidad próxima a llegar a su organización. Una consulta del Instituto Nacional de Estadística español, Encuesta sobre el uso de TIC y comercio electrónico en las empresas, registró que la IA ya está presente en el 12,6% de las empresas españolas, donde su mayor implementación ocurre en el sector informático y las comunicaciones, donde alcanza el 41,6%.

Otro estudio sobre el tema, Desbloqueando el potencial de la IA en Europa en la Década Digital, aseguró que el 36% de las empresas del país usa al menos una herramienta de Inteligencia Artificial en alguna de sus operaciones diarias, superando el promedio de Europa, que es del 33%.

Y otra investigación, la Guía del Mercado Laboral 2024, dio más luces del impacto de la IA en los negocios. Dentro de los puntos más interesantes, está que un 29% de las empresas españolas piensan que la IA creará más oportunidades de empleo, como también que al menos un 34% de los trabajadores ya usa recursos de IA generativa —entre las más conocidas, ChatGPT— en su rutina laboral.

El camino que se pronostica para las empresas españolas y la Inteligencia Artificial es promisorio, algo que los emprendedores o quienes deseen iniciar una actividad comercial deben aprovechar para fortalecer su estructura, fidelizar a sus consumidores y hacer crecer sus números. ¿En qué me baso para tal afirmación?

En primer lugar, por la agilización de tareas administrativas y rutinarias que esta innovación facilita, como el ingreso y análisis de grandes volúmenes de datos, la gestión de mensajería y correos electrónicos, la programación de reuniones, la elaboración de informes, u otros deberes repetitivos y tediosos que suelen existir al momento de emprender. La colaboración con estos sistemas puede verse reflejado en la liberación de tiempo de los empleados, brindando posibilidades para centrarse en actividades más estratégicas y de mayor valor.

La IA también tiene la capacidad para identificar patrones y predecir acontecimientos futuros. Todo gracias a sus diseños de “machine learning” o aprendizaje automático, con algoritmos capaces de aprender a partir de la información y así mejorar su rendimiento en funciones específicas. Estos sistemas pueden adelantarse y entregar una hiper-personalización de los servicios, estableciendo una relación de causa y efecto invaluable para quienes llevan adelante sus operaciones.

Y por último, otro aspecto atractivo para los emprendimientos es la relación con los clientes que puede generar la Inteligencia Artificial generativa, ante la gestión de consultas y reclamos. Ésta permite centrarse específicamente en los requerimientos, ofreciendo respuestas rápidas y personalizadas de lo que se necesita, además de manejar contenidos creativos e individualizados para dichas respuestas, lo que mejora la experiencia con los usuarios de sus productos o servicios. Algo que fortalece la lealtad hacia la marca y la satisfacción de la otra parte, siendo un estímulo para impulsar ventas.

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