El Kremlin ha afirmado que la situación en Oriente Próximo avanza conforme al «escenario más alarmante» y ha apelado a la «moderación» de «todas las partes», horas después de que Irán lanzase un ataque con misiles sobre Israel que Rusia ha evitado en cualquier caso condenar.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha afirmado que el Gobierno ruso condena «cualquier acción que provoca la muerte de población civil», durante una comparecencia en la que también ha deslizado una alusión al «apoyo incondicional» que Estados Unidos brinda a Israel, también en el ámbito militar, según agencias oficiales.
Las relaciones entre Rusia e Irán están en el punto de mira por su supuesta connivencia para el avance de la ofensiva militar sobre Ucrania, después de que la Inteligencia estadounidense denunciase recientemente la entrega de misiles balísticos iraníes a las fuerzas rusas.