Las familias integrantes de la comunidad y el director nacional (s) de CONADI, Álvaro Morales Marileo, las escrituras por un total de 306,7 hectáreas, una restitución territorial que se origina en el Título Merced N°5, que se otorgó en 1884 a sus antepasados por la entonces llamada Comisión Radicadora de Indígenas.

 

Con un purrun (baile) en las oficinas de la dirección nacional de CONADI, que compartieron con las autoridades, funcionarios y vendedores de las tierras, las familias integrantes de la comunidad mapuche Pitriqueo de Ercilla, celebraron la firma de escrituras con que se oficializó la compra de 306,7 hectáreas de tierras para 31 familias, con una inversión de 1.699 millones de pesos.

 

Ximena Carilao Palacios, presidenta de la comunidad mapuche Pitriqueo, de la comuna de Ercilla, señaló que “estamos muy contentos gracias a Dios, con harta lucha, con harto esfuerzo, con harto sacrificio, hemos logrado esta meta, recuperando una parte de lo que era nuestro territorio. También estamos agradecidos con los propietarios, con quienes siempre mantuvimos el diálogo, siempre conversando, y ellos siempre tuvieron la disposición para vender sus tierras a nuestra comunidad”.

Julia Soto Cancino, ex propietaria del fundo Santa Ana, agregó que “la comunidad se merece esto porque son sus tierras. Ahora espero que los sigan ayudando para que puedan salir adelante, puedan cultivar, y puedan realizar todos los proyectos que tienen los puedan realizar. Yo siempre estuve de acuerdo con la comunidad, así es que no tengo problema. Me da un poco de pena porque este campo partió con mi esposo, y mi esposo falleció, pero seguimos en el proceso con Pierina, con mi hija, y hoy estamos muy contentas por este resultado”.

Finalmente, el director nacional (s) de CONADI, Álvaro Morales Marileo, señaló que “en esta oportunidad hemos firmado cuatro escrituras para cuatro vendedores distintos, y se ha dado una dinámica muy especial porque ellos siempre estuvieron dispuestos a vender sus tierras para esta comunidad, y reconocen que todo el proceso se llevó adelante con diálogo, colaboración y cercanía, desmitificando lo que muchas veces se dice sobre la comuna de Ercilla y alrededores”.

“Yo creo este proceso es un ejemplo de la convivencia entre el pueblo mapuche y el mundo chileno, siendo perfectamente posible llegar a acuerdos en base al diálogo y al respeto mutuo. Así es que estamos muy felices, cerrando otro hito de restitución territorial gestionado desde el Fondo de Tierras y Aguas de CONADI.

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