A pocos días de la elección del Gobernador Regional que liderará La Araucanía durante los próximos cuatro años, la Corporación para el Desarrollo Turístico de la región expresa su preocupación por la falta de visión estratégica en el desarrollo del turismo, un sector clave para el crecimiento económico, social y cultural. Esta inquietud se ve agravada por un problema estructural de vital importancia: la seguridad.
El turismo no solo está condicionado por la falta de planificación integral, sino también por los efectos devastadores de la violencia rural, que ha tenido un impacto más perjudicial en el sector que toda la pandemia. Este fenómeno ha generado la estigmatización de vastas áreas del territorio como zonas rojas, lo que limita el acceso de los emprendedores turísticos a financiamiento, seguros e inversiones, y desincentiva el interés de los turistas. La seguridad de empresarios, emprendedores y visitantes es un tema crítico que no puede seguir siendo ignorado.
La falta de planificación estratégica
A pesar de su riqueza cultural y natural, La Araucanía carece de una Política Regional de Turismo que establezca objetivos claros y coordine esfuerzos entre el sector público y privado. Tampoco cuenta con una Estrategia Regional de Turismo, instrumento clave para orientar el desarrollo sostenible y competitivo del sector.
El contexto se complica aún más con la actual Estrategia Regional de Desarrollo 2040, que perpetúa una segmentación territorial obsoleta. Los talleres realizados para esta estrategia han sido percibidos como ejercicios para validar planes predefinidos, más que como instancias para recoger las voces de los territorios. Esta situación se ve agravada por la ausencia de un Plan de Ordenamiento Territorial, fundamental para definir usos de suelo, ordenar fuerzas productivas y garantizar condiciones claras y justas para todos los actores.
Una muestra de los desafíos territoriales
En los distintos territorios de La Araucanía se manifiestan problemas específicos que reflejan la magnitud de los desafíos:
- La infraestructura sanitaria en los principales atractivos turísticos sigue siendo insuficiente o inexistente, afectando al medioambiente y a la experiencia del visitante.
- Las aduanas en los pasos fronterizos, esenciales para recibir turistas argentinos, no están alineadas para facilitar su ingreso, perdiéndose una valiosa oportunidad económica.
- La promoción internacional está condicionada por la Ley de Rescate al Turismo, que exige rutas turísticas estructuradas. Más allá de la zona lacustre, gran parte del territorio carece de avances significativos en este ámbito.
- Las asimetrías entre Cautín y Malleco perpetúan desigualdades, como la representación desbalanceada en el Consejo Regional (15 consejeros de Cautín frente a solo 5 de Malleco).
Estos problemas no son únicos; cada territorio enfrenta realidades complejas y desafiantes que requieren soluciones específicas, pero todas comparten una necesidad de seguridad, planificación y equidad.
La urgencia de un liderazgo comprometido
Desde la Corporación para el Desarrollo Turístico de La Araucanía, hacemos un llamado urgente a los candidatos Luciano Rivas Stepke y René Saffirio Espinoza a comprometerse con una visión estratégica integral que no solo aborde las carencias estructurales del turismo, sino que también garantice la seguridad de empresarios y visitantes. La erradicación de las denominadas zonas rojas y el combate efectivo a la violencia rural deben estar entre las prioridades del próximo gobierno regional.
El turismo es un motor económico y social que necesita un liderazgo decidido, planificación estratégica y acciones concretas para transformar estas dificultades en oportunidades para toda la región.