La investigadora a cargo del Programa de Fitomejoramiento Genético (PMG) de Avena de INIA Carillanca, Mónica Mathias, participó recientemente del evento INOFOOD 2024, realizado en Santiago, encuentro enfocado en la inocuidad de los alimentos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la inocuidad es la ausencia de peligro en los alimentos que puedan dañar la salud de los consumidores, o dotarlos de niveles seguros y aceptables. En este contexto, la presencia de micotoxinas y gluten en alimentos se asocian al desarrollo de cáncer y a la enfermedad celiaca, respectivamente. Por ello, el PMG de Avena INIA ha abordado como líneas de investigación la reducción de estos peligros en la avena.
“Una investigación fue presentada en manchado del grano de la avena, un problema que afecta la calidad, generando rechazo de lotes de grano durante la comercialización. El manchado de grano presenta el potencial riesgo de contaminación de los alimentos con hongos y sus micotoxinas asociadas. Dentro de los hallazgos de la investigación, se detectó seis regiones en el genoma de la avena asociadas al manchado, con potencial uso en el diseño de nuevas variedades con tolerancia genética al manchado. Esto permitirá generar materias primas inocuas desde el campo, reduciendo el riesgo de micotoxinas en los futuros alimentos”, explicó la especialista de INIA.
Actualmente, las micotoxinas no representan un riesgo de salud pública en Chile, ya que en la mayoría de los casos se han encontrado en niveles aceptables o no detectables, de acuerdo con resultados de vigilancia de cereales del Plan Nacional de Micotoxinas. Sin embargo, un aumento de hasta cuatro veces en el nivel de micotoxinas en cereales se ha observado a lo largo de los años por efecto del Cambio Climático. Según los modelos predictivos desarrollados en Europa, esto aumentará en el año 2040, por lo que es necesario generar estrategias que permitan reducir y prevenir el riesgo futuro de exposición a micotoxinas.
Por otro lado, las avenas etiquetadas en Chile como libres de gluten frecuentemente se encuentran contaminadas con gluten de trigo (gliadinas), constituyendo un peligro para los celiacos. Además, investigaciones previas de INIA mostraron que avenas clasificadas como libres de gluten de trigo con el método oficial (anticuerpo R5), superaron los niveles permitidos con el anticuerpo G12, que también detecta gluten. Esto se debería a la presencia de gluten propio de la avena (aveninas) que no es detectado por el R5. Por ello, INIA apunta a crear variedades con niveles no detectables de gluten con ambos anticuerpos, aunque esto se ha visto limitado por el elevado costo de los métodos. La especialista presentó resultados de un nuevo método NIR (espectroscopia de infrarrojo cercano) desarrollado en INIA. “Este método permite detectar gluten en muchas muestras, a bajo costo y sin necesidad de moler las semillas, lo que facilitará la selección de nuevas variedades seguras para los pacientes celiacos, incluyendo a aquella minoría que muestra sensibilidad a la avena”, explicó Mathias.
Por otro lado, expertos invitados presentaron avances en inocuidad en el ámbito de la inteligencia artificial, estudio y desarrollo de envases, estrategias de producción agrícola e industrial, nuevas tecnologías analíticas, así como la detección de nuevos peligros químicos y biológicos emergentes en los alimentos. Tales desarrollos se están alineando fuertemente a modelos productivos sostenibles, que respondan oportunamente a los desafíos del Cambio Climático y permitan una producción de alimentos seguros y de calidad en el largo plazo.